lunes, 3 de mayo de 2010

¿De dónde vienen los gatos?

Siempre he sido muy animalero. Los bichillos me han gustado toda la vida. He tenido hámster, tortuga, perros, gatos, pájaros... Algunos se fueron por muerte natural, de otros me he tenido que desprender por circunstancias de la vida.

Por eso ahora que vuelvo a tener una vida "estable" y que, por fin, tengo mi casa, me planteaba seriamente volver a tener algún animalito. Descarté un perro por mis horarios. Me da mucha pena tener un perrillo al que apenas puedo sacar un rato al día y dejarlo solo encerrado en casa.

Al final, el hecho de que mi novia se viniera a vivir conmigo y de que a ella le gustaran los gatos, me hizo decidirme por un minino.

Lo primero que intenté fue darle una sorpresa a ella. Hablando de gatos, me puse muy serio y dije "No me gustan los gatos, en mi casa no entra un gato". La pobre puso una cara de pena que no veas, pero no dijo nada. Y mientras, yo buscando alguien que regalara dos gatitas.

Sí, dos. Siempre que he tenido animales he pensado "Tenía que haber cogido dos". Total, una vez que los tienes, te da igual uno que dos y, de ese modo, no se quedan tan solos en casa. Y gatitas porque sí, porque prefiero hembras, que suelen ser, en casi todas la razas, mucho más listas y tranquilotas.

Así que sin decirle nada a mi novia, me puse a buscar por internet alguien que regalara un par de gatas.

Así llegué a dos organizaciones: G.A.T.A. y Madrid Felina.

Me puse en contacto con ellos y desde Madrid Felina me dieron la dirección de unos cachorrilos (tres) que tenían en acogida. Podéis verlos aquí: Foro de Madrid Felina

Éstas son algunas de las fotos de la persona que las tenía en acogida:





























































































Ya no quedaba nada más que ir a verlos... Pero antes, tocaba contárselo a Rocío, mi novia. Además de que tener animalillos es un decisión muy importante, quería que ella eligiera a los gatitos.

Nos fuimos hasta tres cantos a casa de María, para verlos. A Rocío le gustaban más los atigrados, a mí los blancos. Pues las dos hembras son negra y blanca y negra. Naturalmente, es verlos y se nos olvida lo de los colores. Amor a primera vista.

Susana, de Madrid felina, nos dice los pasos a seguir. Tienen que ir al veterinario, pasar la prueba de leucemia e inmunodeficiencia y, si están bien, el viernes mismo nos los llevamos.

Aunque... Hay un pero... Si nos llevamos las dos hembras, el macho se queda solito. Nos piden si podemos cogerlo en acogida, hasta que salgan alguien que lo quiera. Nos da tanta penita que... Bueno, venga, que nos llevamos los tres.

Y ahora... a esperar al viernes.

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